Un cazador de extraterrestres que “explora” la Antártida en busca de anomalías utilizando Google Earth cree haber encontrado el rostro de Jesús en la Antártida. Lo que probablemente no sepa es que su supuesto descubrimiento no es otra cosa que la Pareidolia, un fenómeno psicológico en el que las personas perciben patrones o formas familiares en estímulos aleatorios, como nubes, rocas u otros patrones visuales.
Aunque no existe evidencia científica creíble que sugiera que la Antártida esté conectada con ovnis o extraterrestres, ha habido varias teorías de conspiración y afirmaciones no verificadas que vinculan la Antártida con actividad extraterrestre.
Una de esas teorías es que existe una base o instalación secreta en la Antártida donde los gobiernos u otras organizaciones están realizando investigaciones sobre ovnis y extraterrestres. Los partidarios de esta teoría suelen señalar que la Antártida es una de las regiones más remotas y menos exploradas de la Tierra, lo que la convierte en un lugar ideal para que este tipo de actividades se lleven a cabo en secreto.
Otra teoría sugiere que la Antártida alberga ruinas antiguas o artefactos dejados por una civilización avanzada, posiblemente de origen extraterrestre. Esta teoría suele estar vinculada a la idea de una ciudad o civilización perdida, como la Atlántida, y se basa en especulaciones más que en pruebas concretas.
Es importante señalar que no hay evidencia creíble que respalde estas teorías y no son ampliamente aceptadas dentro de la comunidad científica. De hecho, muchos científicos e investigadores que estudian la Antártida se centran en temas como el cambio climático, la geología y la biología marina en lugar de los ovnis o los extraterrestres.
Si bien la Antártida puede seguir siendo un lugar misterioso y fascinante, es importante abordar las afirmaciones sobre la supuesta actividad extraterrestre con una saludable dosis de escepticismo y pensamiento crítico. A pesar de este hecho, la mayoría de las veces vemos afirmaciones de actividad extraterrestre en el desierto más seco de la Tierra. (La Antártida es el continente más seco de la Tierra: a pesar de estar cubierta de hielo, la Antártida es en realidad un desierto, con una precipitación anual promedio de sólo 8 pulgadas o 20 centímetros).
Jesús…
En el pasado, hemos publicado artículos explicando cómo muchos de los supuestos misterios y artefactos de Antaritca no son más que pareidolia. Las últimas afirmaciones provienen de un famoso cazador de ovnis/anomalías, quien ahora sugiere que ha descubierto lo que cree que es el rostro de Jesús en la Antártida. Con la ayuda de Google Earth, Scott Waring, famoso por hacer afirmaciones escandalosas sobre extraterrestres y ovnis, ahora cree que estamos analizando posibles pruebas de antigua actividad extraterrestre en el continente helado.
Mientras exploraba la Antártida mirando imágenes de satélite, cree haber tropezado con algo importante. Algo que demuestra, de una vez por todas, que el continente helado es más que un simple desierto helado. Waring cree haber encontrado a Jesús, no en un sentido literal, por supuesto. Waring dice que ve cabello largo, barba y una corona de espinas y cómo la extraña formación en la Antártida se parece a la imagen de Jesús.
Además, según Coast to Coast AM, el cazador de extraterrestres sostiene que esta imagen prueba que “antiguos extraterrestres alguna vez habitaron la Antártida”. En cuanto a cómo se conectarían los antiguos extraterrestres y Jesús, Waring dice que él era “un extraterrestre que vino a la Tierra para inculcar moral y reglas para ayudar a los caóticos primeros humanos a alcanzar la iluminación”.
Sin embargo, lo que en realidad estamos viendo no es evidencia de extraterrestres antiguos, ni de que alguien talló el rostro de Jesús en una formación geológica en un continente lejano. Lo que vemos aquí es pareidolia.
¿Qué es la pareidolia?
La pareidolia es un fenómeno psicológico en el que las personas perciben patrones o formas familiares en estímulos aleatorios, como nubes, rocas u otros patrones visuales. Es un tipo de apofenia, que es la tendencia a percibir conexiones o patrones significativos en datos aleatorios o sin sentido.
Por ejemplo, alguien podría mirar una nube y ver la forma de un rostro (en este caso, Jesús en la Antártida) o mirar una roca y ver el contorno de un animal. La pareidolia también puede ocurrir con sonidos, donde alguien puede escuchar una palabra o frase en una mezcla de sonidos aleatorios, o con olores, donde alguien puede detectar un olor familiar en un olor no relacionado.
La pareidolia es un fenómeno natural y común que ocurre en los humanos y se cree que es el resultado de la tendencia de nuestro cerebro a buscar patrones y darle sentido al mundo que nos rodea. Sin embargo, en ocasiones puede dar lugar a percepciones falsas o interpretaciones erróneas de la realidad. Como en el caso del “hallazgo” de Warren. Por tanto, es importante ser consciente de esto a la hora de evaluar información o emitir juicios basados en experiencias sensoriales.