Una vez más, demuestra la inmensa solidaridad y dignidad presentes en los corazones de los perros. Durante un tiempo, la vida de Hoshi había sido bastante buena, pero tuvo que ᴜпdeгɡo ѕᴜгɡeгу para extirparle los ojos debido al glaucoma.
Cuando perdió la visión, a la edad de once años, todo cambió drásticamente para él. Su familia creía que no podría sobrevivir, pero era increíblemente valiente y tenía muchas ganas de vivir. Le costó mucho acostumbrarse, afortunadamente contó con el apoyo de su familia.
Habían pasado seis meses desde la operación y Paulipa Pérez, su dueña, decidió adoptar un perro llamado Ze que estaba esperando un hogar en un refugio aunque tenía miedo de la reacción de Hoshi.
Encontraron a Zeп en la calle sucio, golpeado y muy triste. También tiene una enfermedad especial porque sufre de edema pulmonar, problemas de tráquea y dientes.
“Sentí amor por Zep desde el primer momento que lo vi”, dijo Paulipa, por lo que ella y su novio no dudaron en adoptarlo. Cuando lo trajeron a casa, se sorprendieron por la reacción de Hoshi cuando conoció a Ze, él no ladró en absoluto y lo escupió quedándose cerca de él sin ningún miedo.
¡Fue grandioso! Ese fue el comienzo de una amistad que duraría para siempre, se convirtieron en amigos inseparables.
Zeп demostró la solidaridad y la movilidad de los perros, supo de inmediato que su amigo le acompañó como guía y decidió ser sus ojos para asegurarse de que nunca saliera lastimado mostrándole siempre el camino.
Y Hoshi también ayudó a Ze porque estaba un poco pervertido cuando llegó a su nueva casa y se sintió mucho más cómodo cuando supo que tenía su compañía.
Ahora bien, esta pareja de amigos realmente disfruta cada día, acompañan a su familia en viajes y aventuras y a pesar de cualquier desafío hay algo que no pueden lograr.
¡Son adorables! Es difícil amarlos… qué grande es su amistad.
Les encanta nadar, ir a las montañas y son muy felices juntos. Son un ejemplo de lealtad y solidaridad para todos, no te quedes sin compartir su historia.